La IA generativa es un grave problema de salud pública. No es neutral ni inocua y esto no depende del uso que se le dé. Sin embargo, se impone su implementación en todos los ámbitos como «solución» para resolver problemas inexistentes o los originados por estos mismos servicios.
«Sin acceso a la información [...], esta tecnología se convierte en "cómplice" del desarrollo de prácticas nocivas e incluso de la muerte autoinducida».