Me ha gustado “Muy lejos”, una película española de 2025 protagonizada por Mario Casas, que narra la historia de Sergio, un torturado joven catalán que, en un acto impulsivo, decide empezar desde cero, sin dinero ni apoyo alguno, en Utrecht, Holanda.
Valoro la sencillez y síntesis con que su director Gerald Oms ha trasladado la experiencia de un español migrante sin recursos durante la crisis del 2009 en la Europa del norte.
Muchos de los que fuimos ese español disfrutaremos de un filme decidido a contar nuestra historia: la desorientación total de los comienzos, el aislamiento idiomático, el choque cultural con migrantes de otros continentes, los trabajos de mierda, la forzada camaradería con compatriotas a quienes, en España, nunca elegirías como amigos.
Oms lo rueda todo en tonos fríos, dramáticos, en escenarios encapotados por la sempiterna nubosidad holandesa, en los severos entornos donde la ciudad confina a los más precarios: las cocinas de restaurante, los desangelados cuartuchos de alquiler, la puta calle.
Pero sin duda el mayor valor artístico de "Muy Lejos" es la construcción del protagonista, Sergio, magníficamente interpretado por Mario Casas.
En cada plano, Casas logra transmitir las turbulentas contradicciones de un personaje atrapado en sus propias jaulas, que solo cuenta con su instinto para escapar.
Para mí ahí radica el tesoro del film: haber logrado reflejar la búsqueda de la identidad personal de alguien humilde mental y materialmente, que, sobre todo, está tremendamente (pre)ocupado luchando por cubrir sus necesidades más básicas.
El colectivo LGTBIQ+ está hoy, sobre todo, representado por figuras públicas muy sofisticadas, con un altísimo nivel de discurso, conciencia política e inteligencia emocional.
Por contraposición, me ha gustado que me contaran la historia de un hombre que cuenta con mucho más pobres recursos intelectuales y culturales para confrontar su identidad.
#cine