Es decir, hay que crear un nuevo relato.
En empresas en las que los trabajadores no tienen la propiedad o no forman parte de la gobernanza y reparto del valor, pretender conseguir una autogestión real puede dar lugar a frustraciones.
Es decir, hay que crear un nuevo relato.
En empresas en las que los trabajadores no tienen la propiedad o no forman parte de la gobernanza y reparto del valor, pretender conseguir una autogestión real puede dar lugar a frustraciones.