Por trabajo, me muevo bastante entre los barrios de Amézola, Indautxu y Rekalde, en #Bilbao .
Leo tanto sobre los horrores urbanísticos de otras ciudades, que he decidido sacar fotos de lo que veo en ese trayecto de menos de 15m andando.
No es presumir (pero sí, un poco). Tampoco quiero elogiar al ayuntamiento, que es bastante discutible en muchas de sus decisiones.
Empiezo por la rotonda de Bombero Etxaniz, que incluye un par de de pasos de cebra que dan acceso a un mini parque sombreado con bancos y fuente.
El bidegorri (carril bici para los de fuera) que la rodea va entre las plazas y la circulación, sin separación, lo cual lo hace bastante incómdo.